Léase por favor Juan 21:20-25
Pedro y Juan habían estado asociados con el Señor Jesús en una relación especial, a veces también con Jacobo (Santiago), el hermano en la carne de Juan. Así que, cuando leemos el verso 20 y 21, no creo que se necesita pensar (como alguna vez yo pensaba) que Pedro era entremetido. Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús … Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste?
A lo mejor era un verdadero interés en su condiscípulo que le había acompañado tantas veces anteriormente, como vimos en el capítulo 20 y los dos yendo al sepulcro. Acaso pensaba que los dos iban a trabajar juntos, cosa que realmente si sucedía en Hechos 3:1 Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.
Sea como sea, el Señor le dijo claramente que tenía que seguirle a él antes de preocupar del ministerio de Juan.
Hay una lección de valor en lo que pasó después. Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú.
Es la necesidad de cada uno de nosotros reflexionar sobre nuestra propia relación con el Señor, y menos pensar en las criticas, o quizás en los elogios, de nuestros hermanos. Para poner un ejemplo, he escuchado varias veces fuertes críticas de los hermanos congregados al nombre del Señor por ser, según ellos, negligentes en la predicación del evangelio. Dicen que no hay una organización entre los hermanos así congregados que se dedica a la evangelización. Pero, igual como dijo el Señor a Pedro, Sígueme tú.
¿Acaso usted tiene un interés en el evangelio? Excelente y adelante. Pide al Señor que le de fuerzas, energía, y sabiduría en cómo lograr una obra evangélica. Pero deje de criticar a sus hermanos por no hacer algo que acaso el Señor quiere que usted haga. En mis viajes, me ha animado ver obras de evangelización que nadie conoce. Y así debe ser; es bueno trabajar solo por el ojo del Señor en vez de hacer una propaganda para que todos lo conozcan.
Hay otra cosa que debemos ver. Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría.
Así los discípulos mal interpretaron la palabra del Señor, añadiendo algo a sus palabras que nunca dijo. Puede haber varios ejemplos de eso, donde se ha tomado una escritura y la había aplicada según su parecer, sin reflexionar sobre el contexto de los versos. Los doy un solo ejemplo; En Romanos 7 vemos al apóstol Pablo enseñando sobre la relación entre los hombres y la ley. El apóstol usa el ejemplo de un matrimonio para ilustrar sus puntos del tema, de nosotros muertos al pecado y también, muertos a la ley. El verso 4 nos da la enseñanza correcta de los versículos. Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
Pero hay hermanos que han tomado estos versos y los ha aplicado al tema de matrimonio, divorcio, y volver a casarse. Eso es tomar unos versos fuera de su contexto y hacer una aplicación que no se apoya por el resto de las escrituras. Eso dejo en este punto, pero es una cosa peligrosa hacer aplicaciones dogmáticas como hacían estos discípulos. Pero Jesús no le dijo que no moriría…
Entonces, si no quería decir que no moriría o permanecer así hasta la Segunda Venida, ¿qué entonces quería decir? Según lo que yo he leído (otra vez diciéndolos que no conozco el griego), más bien quería decir que su ministerio debería tener un carácter especial. La palabra aquí traducida como quedarse
es una que aparece bastante el ministerio de Juan. Se traduce de diversas formas como “continuar”, “habitar”, “morar” o “permanecer” y aparece más comúnmente en el ministerio de Juan que en el resto de los escritos de los otros apóstoles. Lo dejo a ustedes ir en la búsqueda, pero pongo dos ejemplos. Juan 14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
Otro en 1 Juan 2:24 Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
Juan si iba a morir, pero vivía mas largamente que los otros discípulos y permanecía fiel hasta su muerte.
El libro termina con un resumen similar al verso en Juan 20:30-31 Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.
En otras palabras, ni Juan ni Mateo, Marcos, y Lucas contaron toda la vida o todos los hechos del Señor Jesús. Escribieron, por la guía del Espíritu Santo, lo necesario por nosotros tener una revelación completa de la persona del Hijo de Dios, hecho carne por hacernos conocer a Dios.
Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.
Felipe Fournier
3 marzo de 2024