Mateo 18: La asamblea en la práctica, el perdón gubernamental

Léase por favor Mateo 18:18-35

Hemos pasado por alto el verso 18 de nuestro capítulo en el estudio anterior; De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. En la práctica, este versículo ha traído bastante desacuerdo y fricción entre hermanos. El Señor había dicho algo semejante en el capítulo 16 acerca de Pedro, en el singular, y hemos visto como Pedro desataba a los judíos del gran pecado de haber crucificado a su Mesías. Mas ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros gobernantes. Hechos 3:17 También notamos como Pedro ataba los pecados de Simón el mago sobre sí mismo; porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás. Hechos 8:23 Pero el tema aquí en el capítulo 18 no es individual, sino corporal y tiene que ver con la iglesia según los siguientes versículos. Pablo, en su carta a los Corintios, enfatiza la necesidad de “atar” los pecados del hombre que tenía relaciones sexuales con su madrastra. De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción? … En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. 1 Corintios 5:1-5

Nosotros lo llamamos “disciplina” o “excomulgación” y siempre ha sido algo difícil en la práctica. Entre la cristiandad, en las denominaciones, en muchos casos esta práctica ha sido abandonada por su dificultad y la abundancia de pecado moral que se ha metido entre la profesión cristiana, lamentablemente. Tal como es difícil por muchos padres obedecer a la instrucción de los Proverbios disciplinar a sus hijos, así ha sido igualmente difícil entre los hermanos congregados según el verso 20 de nuestro capítulo, practicar lo del verso 18. Pero igual con los padres que no disciplinan a sus hijos, hay consecuencias por la asamblea que no práctica la disciplina cuando es necesario. Se ha escuchado decir “este pecado es entre aquel hermano o hermana y el Señor; nosotros no debemos meternos en tal asunto.” Es un escape conveniente, pero no es según la escritura. Otros dicen si no es universal o unánime el acuerdo acerca del pecado cometido, no se puede hacer nada. Así entre las denominaciones muchos han dejado el intento. Entre algunos hermanos semejante congregados, se ha visto que uno que es disciplinado en una asamblea, simplemente va a otra, donde no consideran la unidad del cuerpo tiene que ver y así lo aceptan en la comunión. Otros dicen, que, porque la decisión tomada no era universalmente aceptada por los hermanos de la asamblea local, se puede ignorarla, y pretender que no era valida. Así se pone en poco la autoridad de la asamblea.

Yo estoy apuntando las dificultades en la práctica de la disciplina en la asamblea, no poniendo excusas aceptables. En verdad, hay casos que no son tan distintas como la fornicación en Corinto. La palabra maldiciente es una palabra no muy distinta en su significado. ¿Si a un hermano se le escucha decir una maldición o grosería, es digno de excomulgación? ¿Qué tal si expresa algo en contra otro hermano que puede o no tener algo de verdad o mucho de falsedad, es digno de ser excomulgado? Me parece que nuestro problema, a menudo, es lo mismo que los corintios. Vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado…? 1 Corintios 5:2 …Porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 1 Corintios 3:3 Que dejemos, hermanos míos, que la palabra del Señor nos hable al corazón y a la conciencia, para que tengamos sabiduría cómo comportarnos como hermanos reunidos en el nombre del Señor.

Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?

Según la historia secular, los rabinos enseñaban que debían perdonar a una persona tres veces. Pedro debió pensar que se estaba extralimitando al sugerir perdonar a una persona siete veces. Realmente no sabemos porque Pedro, en este punto, estaría reflexionando sobre el perdón de su hermano. Sabemos que tenia un hermano por lo menos, Andrés, y fue Andrés que lo introdujo al Señor Jesús. Sugiero que quizás era cuestión de un desacuerdo con su hermano Andrés, donde Pedro quizás se sentía ofendido. Había escuchado del Señor hablar de la unidad en oración y quizás por tener este desacuerdo, Pedro sentía la necesidad de perdonar, pero le parecía mucho perdonar siete veces. Sea como sea, a menudo las preguntas de Pedro, aunque a veces parecen ser algo ignorantes, producen una respuesta de Jesús que nos es de mucha ayuda. El Señor entonces le dice a Pedro que el perdón tiene que ser universal. El numero dado es exagerado, dándonos a entender simplemente que no hay límites al perdón. Después el Señor nos da otra semejanza (número siete) de los principios de reino de los cielos que se debe practicar aquí en la tierra; eso es, el perdón gubernamental para con Dios y el perdón entre hermanos de ofensas. Se distingue del perdón eternal, que es el perdón de nuestros pecados, la purificación por la sangre de Jesús que nos limpia de todo pecado.

Porque este estudio ya es un poco largo, vamos a terminar por decir que los diez mil talentos representan la deuda que todos nosotros teníamos para con Dios, el montón de nuestros pecados que fueron perdonados a través de la obra y sufrimiento de Cristo en la cruz. Si somos conscientes de esta gran deuda de la cual fuimos librados y perdonados, pues, ¿Cómo podemos guardar rencor o malicia contra un hermano o hermana que nos ofende en algo? Espero, Dios mediante, ampliar un poco mas esta semejanza del reino en el próximo estudio.

Felipe Fournier
28 septiembre de 2025