Mateo 19: El matrimonio, el divorcio y los niños

Léase por favor Mateo 19:1-15

Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Efesios 5:32

¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive? Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Romanos 7:1

Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.

Cuando empiezo este estudio, quiero decir primero que nos presenta algo que ha sido de mucho desacuerdo entre los hermanos congregados al nombre del Señor. El matrimonio, siendo ejemplo de la iglesia y Cristo como nos enseña el verso de Efesios 5, ha sido atacado desde el principio. El mundo en su inmoralidad creciente nos ha afectado a nosotros, profesantes de la fe cristiana, más quizás de lo que pensamos. El mundo de hoy en día rechaza a menudo el matrimonio. Se considera normal tener relaciones sexuales con cualquier, o convivir sin matrimonio por cualquier pretexto, hasta promocionar y elogiar el matrimonio entre dos mujeres o dos hombres. Espero que entendemos que tal cosa no es lo que Dios quería cuando instituyó el matrimonio entre el hombre y la mujer.

Los fariseos, siendo personas que buscaron agradar a Dios solo a nivel de lo exterior y lo que los hombres podían ver, hacen una pregunta cuyo motivo era atrapar al Señor Jesús en sus palabras. No buscaban entendimiento como nos dice aquí claramente Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole… La historia secular nos enseña que los mismo lideres religiosas quedaron a los dos extremos; algunos prohibieron el divorcio por cualquier motivo y otros decían, igual que la presentación de los fariseos lícito (es) al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa. Este último es la actitud del mundo de hoy en día y hasta en círculos de la profesión cristiana, también se acepta tal principio.

El Señor Jesús, al responder a esto, el punto de referencia del Señor no fue lo que enseñaron los fariseos ni los ancianos de generaciones pasadas, sino lo que Dios había establecido en la creación al principio. El Señor se refirió al orden creador de Dios en Génesis 2, cuando los creó varón y hembra, y concluyó así: Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Los fariseos, buscando ocasión de poner el Señor al lado de los más estrictos y así hacerlo controversial, levantan el verso de Deuteronomio 24:1 Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa. El Señor hacia bien claro que Moisés lo había permitido el divorcio por la dureza de vuestro corazón… sin embargo, eso no era la intención de Dios desde el principio.

Se ve entre nosotros también ambos extremos. Yo veo eso, que la enseñanza de Romanos 7 no es acerca del matrimonio; el caso tiene que ver con la muerte del hombre hacia la ley, que es lo opuesto de lo que el apóstol Pablo daba de ejemplo, no que la ley esté muerta. Así que, no estoy de acuerdo con los que prohíben el divorcio absolutamente, basando sus opiniones en Romanos 7. Los que enseñan eso ignoran lo que el Señor Jesús mismo añadía salvo por causa de fornicación. Se entiende fornicación como un término que incluye inmoralidad sexual de varios tipos. Tampoco estoy de acuerdo con los que siguen el ejemplo de lo que Moisés permitía por lo dureza de los corazones.

En 1 Corintios 7, el apóstol Pablo trataba con el caso de un inconverso o una inconversa casado con un creyente en el Señor Jesús. Se supone por supuesto que eso ocurría después del matrimonio de dos inconversos. El apóstol escribió en el verso 15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso… Yo interpreto esto que, si el inconverso o la inconversa abandona su pareja por su conversión al Señor Jesús, tal creyente está libre para volver a casarse en el Señor o sea, con un creyente. También digo que las cosas que pasaron antes que uno conozca al Señor como Salvador no se puede levantar contra uno o una que quiere participar en la comunión de la mesa del Señor, pues, De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17

Los discípulos, algo tramados por las palabras del Señor, dicen Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. La respuesta del Señor enseña igual como el apóstol Pablo en 1 Corintios 7. Quedó “eunuco” el apóstol por el servicio del Señor Jesús, pero eso no es el estado común. Mejor es casarse que estarse quemando. A la vez, digo que si el Señor no ha traído pareja a uno o una, tampoco es bueno rebelarse contra tal situación, insistiendo en casarse con cualquiera, sea o no creyente la pareja. Mejor es quedarse soltera o soltero que un matrimonio infeliz, con inconverso. ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? Amos 3:3

Por terminar este estudio vemos la historia tan conocida de Jesús con los niños, que son la consecuencia natural del matrimonio, notado en los versos anteriores. Los discípulos debían haber entendido como Jesús respetaba los niños, habiendo usado la humildad de un niño como ejemplo anteriormente, pero como nosotros a veces somos bien torpes para entender a la palabra de Dios, así ellos. Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.

Felipe Fournier
12 octubre de 2025