Marcos 1: Se introduce el siervo perfecto, Jesucristo, Hijo de Dios

Léase por favor Marcos 1:1-31

Vemos como Marcos, el siervo imperfecto, pero después útil, introduce al Señor Jesucristo como el Hijo de Dios y como él que tenía un mensajero delante de él, en cumplimiento de la profecía. Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Isaías 40:3 Malaquías había escrito también acerca del mensajero es los últimos versos de su profecía. He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición. Malaquías 4:5-6 En el capítulo 9 de Marcos, vemos que los lideres negaban quien era Jesús, usando por pretexto de su incredulidad esta profecía. Le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? Respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad vendrá primero, y restaurará todas las cosas… Pero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como está escrito de él. Marcos 9:11-13 Mateo 17 nos dice que los discípulos entonces entendieron que se hablaba de Juan Bautista.

Juan vino con el bautismo de arrepentimiento. Moisés vino con la ley y vemos en 1 Corintios que el pueblo de Israel fue bautizado a Moisés; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar. 1 Corintios 10:2 Elías vino para volver a un pueblo idolatra a la ley. Juan Bautista vino para bautizar el pueblo con agua, confesando en arrepentimiento que habían fracasado totalmente en su obediencia a la ley. Consistente con su mensaje era separación del liderazgo judío en todo; su residencia, su comida y su vestido. Jesús, que no tenia pecado ninguno por arrepentirse, también fue bautizado por Juan en identificación con el pueblo arrepentido pero el Espíritu de Dios inmediatamente viene como paloma para mostrar quien era de verdad. La voz del Padre declara del cielo Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. Así vemos que el evangelio que nos ensena de Jesucristo como el siervo prefecto, también nos enseña desde el principio su deidad. El, cuyo calzado Juan declaraba que no era digno de desatar, iba a bautizar con el Espíritu Santo, una manifestación grande de la deidad en Jesús. Así por primera vez vemos la trinidad, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, algo siempre negado por las falsas religiones de los mormones y los que se dicen “testigos de Jehová.”

Pero Juan desaparece de la historia rápidamente en Marcos, pues el mensaje principal de nuestro evangelista es hablar del mayor siervo, Jesucristo. El siervo fiel hace las cosas mandadas por su amo inmediatamente y así vemos esta palabra y palabras sinónimas muy a menudo en este evangelio. Eso también nos sirve ilustrar que este evangelio es el mas fiel al orden cronológico, algo que vimos bastante ausente en el evangelio de Lucas por su diferente mensaje, aunque hablando del mismo Hijo de Dios como el Hijo del hombre. Así verso 12 dice Y luego el Espíritu le impulsó al desierto. Según la traducción de Darby, la palabra luego mejor se traduce “de inmediato.” Adán fue tentado en un jardín perfecto y las bestias no eran en aquel tiempo bestias fieras. Adán fracasó totalmente a pesar de las buenas condiciones en que fue tentado por el mismo diablo. Jesucristo, en el desierto y con las bestias fieras, fue tentado también, pero salió triunfante.

Vemos en los siguientes versos a Jesús llamando a personas piadosas mientras trabajan en su labor cotidiana. En otras palabras, no eran personas flojas y desocupadas sino personas haciendo su servicio actual fielmente. Simón y Andrés estaban pescando y Jacobo y Juan estaban ocupados en la reparación de sus redes. Esto nos enseña que es bueno trabajar en un empleo honroso mientras estamos esperando quizás un llamamiento por el Señor a un trabajo mas especifico en su servicio.

La palabra del Señor en su predicación al pueblo es notable de una vez por su autoridad, no como los escribas, quienes enseñaban cosas que no obedecían y así su predicación faltaba de poder moral. Jesús no solo predicaba con palabras de autoridad, sino también hacia obras de autoridad, echando fuera a demonios. Los demonios lo reconocían sin problema. ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. Que había personas con demonios justo en la sinagoga ilustra la condición lamentable de la nación de Israel en aquel entonces. ¿Qué tal la condición moral de las naciones donde moramos nosotros en el día de hoy? No tenemos que ver solo a los haitianos para ver el poder del diablo trabajando eficazmente entre la humanidad, dejando al hombre sin Dios desesperado, drogado, y muriendo en sus pecados. El reino de Dios había acercado, pero el Rey fue rechazado y así el mundo, como enseña Juan en 1 Juan 5:19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.

Poco leemos de los matrimonios de los discípulos, pero vemos que Pedro por lo menos tenía esposa, pues su suegra estaba enferma. La curación de fiebre normalmente deja a una persona muy débil por bastante tiempo. No era así por la suegra de Pedro, pues curada de su fiebre, podía volver de una vez a trabajar, pues e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía. Notamos de nuevo las palabras en seguida e inmediatamente. Continuamos con este capítulo, Dios mediante, la semana que viene.

Felipe Fournier
24 marzo de 2024