Léase por favor Marcos 3:22-30, Marcos 4:1-20
La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
1 Juan 1:7
Pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.
Marcos 3:29
¿Hay una contradicción entre estos dos versículos? No, no hay, pues el Señor Jesus ya no estaba en el mundo cuando el apóstol Juan nos decía todo pecado
sin excepción, y este es el caso actual. ¿Qué era, entonces, el caso de pecado de estos lideres de Israel? Su Mesías había venido, la perfecta manifestación de Dios en el poder del Espíritu Santo, y atribuían sus hechos a los hechos del diablo. Así la escritura sigue en nuestro capítulo, verso 30, con Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo.
Actualmente, desde que el Señor Jesus regresó al cielo, no ha habido cualquier en este mundo capaz de actuar totalmente por el Espíritu Santo. El Espíritu Santo mora en nosotros, los que hemos creído en el Señor Jesus, pero hay en nosotros lo que impide siempre, la carne o la vieja naturaleza de Adán. No podemos ser nunca una manifestación perfecta hasta que estemos con él en la gloria.
También puede haber una interpretación dispensacional a estos versículos, tan temprano en el evangelio de Marcos, que la condición de Israel bajo la ley en relación con Jehová había llegado a su fin. El liderazgo, habiendo visto por primera vez el poder de Dios a través del siervo perfecto, el Hijo de Dios, por el Espíritu Santo, sellaban su fin rechazando tal testimonio, y no solo rechazándolo, sino atribuyéndolo a un acto diabólico. Por la nación bajo la época de la ley, esto era el pecado sin perdón. Pero a la vez, Dios en su misericordia iba a introducir la época de la gracia, y todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna
sea judío o gentil. ¡Qué maravilla es la sabiduría y propósitos de Dios! Como dijo el apóstol Pablo por el mismo Espíritu Santo, gozando de lo que escribía a la vez Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos. ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
Romanos 11:32-35
Avanzando al capítulo siguiente de Marcos, leemos de la parábola de la siembra. Esto también nos muestra la interpretación dispensacional de Marcos, pues el fruto para Dios de la nación bajo la ley no había resultado en nada menos uvas silvestres.
Esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres.
Isaías 5:2 Veremos, Dios mediante, a Marcos 11:13-14 donde nos cuenta Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti.
Así Israel, bajo la ley, no producía nada menos hojas, o sea, una profesión vacía. Pero Dios no desesperaba, pues vino el Sembrador, el Señor Jesus, a sembrar la palabra de Dios en perfección en toda clase de tierra. Jesus enseñaba esto desde el lado de la mar, dándonos de entender que la tierra sembrada iba a ser hasta los fines de la tierra, no limitada a la nación de Israel.
En la parábola dado por el Señor Jesus, hay cuatro clases de tierra, que corresponde a cuatro clases de oyentes, siendo seres humanos. Primero, una parte cayó junto al camino.
Vi yo esto ayer, estando aquí en Idaho en el campo, y al lado de cada parcela de terreno, hay un espacio donde pasan los vehículos motorizados que se usa para mover las líneas de riego. Se nota que el trigo allí no crece, pues la tierra está aplastada y sólida. Así el hombre cuya conciencia está endurecida. Oyendo la palabra, sale de la predicación y no hay reacción pues pronto se le va de la memoria lo que escuchaba. Segundo, hay la semilla que cayó en pedregales.
Tal persona, como Simón de Hechos 8, impresionado brevemente por el poder de la palabra, la recibe en su mente, y acaso como Simón recibe el bautismo, pero es nada más una profesión vacía, carente de fe real. Tercero, hay la semilla que cayó entre espinos.
Acaso vemos un ejemplo en el hombre rico que vino al Señor Jesus. Marcos 10:17-22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Por el, los espinos eran sus posesiones. Por fin, llegamos a la semilla que cayó en buena tierra
, donde el Espíritu Santo ha hecho su trabajo de arada, y de allí brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
Terminamos esta semana por citar al hermano Bruce Anstey; “Así, el terreno al borde del camino es un oyente indiferente, el terreno rocoso es un oyente superficial, el terreno espinoso es un oyente preocupado y la buena tierra es el oyente receptivo. Con el primero el diablo prevalece, con el segundo prevalece la carne, con el tercero el mundo prevalece, pero con el cuarto prevalece la Palabra de Dios. De este modo, esta parábola nos enseña que la Palabra de Dios triunfará sobre la palabra del hombre e incredulidad, y las almas serán salvas para alabanza de la gloria de Dios.”
Felipe Fournier
12 mayo de 2024