Léase por favor Marcos 14:53-72
Con vara herirán en la mejilla al juez de Israel.
Miqueas 5:1
Trajeron, pues, a Jesús al sumo sacerdote; y se reunieron todos los principales sacerdotes y los ancianos y los escribas. Y Pedro le siguió de lejos…
Pronto volveremos a meditar sobre Pedro, continuando su senda hacia su vergonzosa negación de su amado Señor, pero primero, consideramos esta primera prueba de tres pruebas; (aunque en Marcos no leemos de la prueba ante Herodes.) El verso de Miqueas es bien profundo en su profecía del juez maltratado. Así en nuestros versículos vemos la audacia del liderazgo de Israel, poniendo a una prueba fingida al Juez de Israel. Juan 5:22-27 nos dice Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió … y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.
Y los principales sacerdotes y todo el concilio buscaban testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; pero no lo hallaban.
Mateo 26 nos dice que buscaron falsos testigos. Algunos de ustedes viven en países donde los jueces reciben soborno para juzgar según un juicio injusto, hasta el punto que este soborno ha llegado a tener nombre especial, “la mordida.” La corrupción de esta prueba de Jesús es tan evidente pues vemos que, al no encontrar ningún testigo verdadero, se animaron a buscar falsos testigos. Se ve en la corrupción e injusticia humana, que se busca sobornar al juez, pero que los jueces buscan a sobornar los testigos, es algo incomprensible, si no fuera el acusado el tierno, santo, perfecto, Hijo de Dios e Hijo del hombre.
Pero sus esfuerzos no tenían éxito, pues los testigos no pueden ponerse de acuerdo, y vemos su confusión y frustración de los jueces. Se nota en Juan 2 las palabras exactas del Señor Jesús acerca del templo de su cuerpo, hablando en palabras parabólicas Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.
Pero los falsos testigos cambiaron su dicho a “Yo derribaré este templo hecho a mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano.” Así los testigos falsos no podían traer una acusación digna de condenar al acusado. Por fin, por su propio testimonio de Jesús lo condenan; ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.
¡Como enfadaron estas palabras a los envidiosos lideres! ¿Un hombre, sentado a la diestra de Dios? ¡Eso solo podía decir que, en un día futuro, el hombre a quien ellos buscaron a juzgar iba a regresar como su Juez de ellos! El sumo sacerdote rasgó sus vestidos, algo contra la ley de Moisés, pues Levítico 21:10 dice Y el sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción, y que fue consagrado para llevar las vestiduras, no descubrirá su cabeza, ni rasgará sus vestidos…
Normalmente, en los juicios injustos y crueles de este mundo, la tortura viene antes de la prueba falsa, con fin de sacarle del acusado una confesión. Pero ya tienen su confesión; ¿por qué, entonces, la tortura? Era solo el odio de sus corazones manifestándose en cumplimiento de las escrituras. El Salmo 69 se enfoca en estos sufrimientos de Cristo, sufrimientos que no eran parte de la expiación de nuestros pecados. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; se han hecho poderosos mis enemigos, los que me destruyen sin tener por qué. ¿Y he de pagar lo que no robé?
Salmo 69:4 Es de profunda meditación reflexionar sobre este Salmo, donde vemos los sufrimientos de las manos de hombres malvados, solo por poder simpatizar por nosotros. Aunque estos sufrimientos no eran para la redención de nuestras almas, a menudo su meditación forma parte de nuestra adoración del Señor Jesús, y así debe ser. Considere por favor el verso 20; El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; y consoladores, y ninguno hallé.
¿Haya usted reflexionado sobre la posibilidad que el Señor Jesús tuviera un corazón quebrantado?
Volviendo a Pedro, lo vemos acercando a los enemigos del Señor, tratando de ser invisible, disfrutando del calor de la fogata. Había seguido de lejos, en cuanto la distancia, pero eso llega a ser alusión a su estado espiritual, sin darse cuenta de ello. Hay otra fogata en Juan 21, donde vemos la compañía de los que amaron al Señor Jesús, y esto nos sirve de ejemplo que el problema no era la fogata, sino que estaba Pedro en medio de los escarnecedores de su Señor, tratando de esconder su identidad como discípulo del Señor. Solo en Marcos vemos el gallo cantando dos veces; Mas él negó, diciendo: No le conozco, ni sé lo que dices. Y salió a la entrada; y cantó el gallo.
¿No era esa una advertencia a Pedro del destino de su senda, de seguir lejos? Sus negaciones se hicieron más violentas: primero, una pretensión de que no entendía; segundo, una negación rotunda; tercero, una confesión de que ni siquiera conocía al Señor, acompañada de maldiciones y juramentos. Pero su lagrimas después muestran como de veras amaba al Señor y la obra de restauración había empezado por su arrepentimiento con lágrimas.
Felipe Fournier
17 noviembre de 2024