Marcos 7, ultima parte: El sordo mudo restaurado

Léase por favor Marcos 7:31-37

La semana pasada vimos a una mujer griega, insistente y emocionada por su hija endemoniada. No podía ser tropezada ni distraída en su necesidad de la intervención de Jesús y en el fin, no fue decepcionada pues recibió su petición y su hija fue curada por Jesús. Eso nos habla del tiempo presente cuando el evangelio sale a todo el mundo, principalmente al mundo gentil. Pero Dios no ha abandonado a su pueblo terrenal, el pueblo de Israel. Hoy en día están principalmente como el hombre sordo mudo que encontramos al fin del capítulo, aunque la salvación por gracia con fe en Jesús sale también al judío que puede ser miembro de la iglesia por fe en Jesús, tal como los gentiles. Como dijo Pedro en Hechos 15:11 Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.

Pero en nuestra porción del capítulo 7 de Marcos, vemos a un hombre que no puede oír ni hablar. Represente, quizás, a la nación de Israel. No tenían ni tienen oídos para escuchar la voz de Dios, hablando por su siervo perfecto, su Hijo el Señor Jesús, y así tampoco pueden abrir sus bocas para alabar a Dios. Tomo esta oportunidad de animar a mis hermanos jóvenes de dejar al Espíritu Santo obrar en sus corazones para alabar a Dios en voz alta, en la oración o en la memoria del Señor en su muerte. Esto no es cuestión de don o habilidad; es más bien la respuesta de un corazón agradecido al Señor Jesús por su sacrificio, de entregar su todo por la gloria de Dios y por nuestra redención, y también a Dios Padre por haber dado a su unigénito Hijo.

Pero volviendo a nuestro capítulo, vemos al Señor Jesús haciendo varias cosas bastante distintas de su modo normal de curar a los necesitados. Dado que el Señor nunca hacia cosas de capricho, debe haber alguna lección de sus hechos. Acaso ayuda poner una lista de cosas que hacía en orden.

  • Tomándole aparte de la gente… Se ve aquí la necesidad de la nación puesto en un lugar aparte para que Dios tratara con un remanente de judíos en un día futuro, cuando la gran mayoría de ellos buscarían su refugio en el Anticristo. Pero los de verdadera fe van a saber que este hombre no es su Mesías, sino un falso Mesías y un asalariado como el mencionado por Jesús en Juan 10:12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa; y en Juan 5:43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis.
  • Metió los dedos en las orejas de él… Esto quizás nos habla del nuevo nacimiento, pues si el Espíritu de Dios no obra en la parte interior, dándonos vida, nunca tendríamos oídos para escuchar su voz. Así ha sido en toda época y va a ser así en el día futuro con el remanente de Israel.
  • Escupiendo… Hace varios años el hermano Rigoberto de New Jersey me hizo la pregunta acerca de la saliva del Señor Jesús, y no tenía yo una buena respuesta. Vemos al Señor usando saliva en otras ocasiones, como por ejemplo en Juan 9 cuando hizo lodo y lo puso en los ojos del ciego. He leído de otros que la saliva allá habla de la humanidad del Señor. Pero aquí me parece que habla de desprecio del pecado que ha causado tanta tristeza a la nación de Israel, y claro, no solo a ellos sino a toda la humanidad. Ellos van a arrepentir profundamente de su pecado como vemos en Zacarias 12:10 Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito…
  • Tocó su lengua… La lengua judía que por tantos años no ha podido alabar a Dios por su rechazo de su Mesías va a ser suelta en las alabanzas que vemos en los Salmos.
  • y levantando los ojos al cielo… No nos dificulta interpretar esto, la dependencia del Siervo perfecto en su Padre Dios.
  • gimió… ¿Sentía el Señor el desprecio y rechazo de su pueblo? ¡Claro que sí! Pero también simpatizaba con gran compasión de su condición como leemos en Mateo 9:36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
  • Y por último y le dijo: Efata, es decir: Sé abierto. Salvación y libertad de oídos y voz van a recibir.

El capítulo termina con la pronunciación del pueblo ¡bien lo ha hecho todo! ¿No podemos decir nosotros lo mismo? Queda en gran contraste con el dicho anteriormente en el capítulo de lo que sale del corazón no renacido. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.

Felipe Fournier
7 julio de 2024