Léase por favor Juan 18:1-18
No leemos en el evangelio de Juan nada acerca de la agonía del Señor Jesús en el jardín de Getsemaní, sino una escena de decisión, Jesús con sus discípulos marchando al lugar donde le iban a arrestar. Desde el primer capítulo se anticipaba su muerte como el Cordero de Dios. El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Juan 1:29 En el capítulo anterior, leemos del amor y la perfecta comunión entre Dios Padre y Jesús Hijo de Dios. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.
Así no concuerda con nuestro evangelio la agonía del jardín sino una calma entrada en el camino por el cual Jesús había venido; este camino era el camino de la cruz.
Así vemos en los versos siguientes la dignidad y excelencia de la omnisciencia y omnipotencia de Dios manifestado en la carne. Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis?
Judas, que vimos la ultima vez en el capítulo 13:30 Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de noche
viene como guía a los infieles y homicidas. Se nota como vienen con muchos y bien armados, para tomar el tierno y pacifico Jesucristo. En la presencia de aquella persona contestan la pregunta ¿A quién buscáis?
con A Jesús nazareno.
Desde el principio del ministerio de Jesús, Natanael había preguntado ¿De Nazaret puede salir algo de bueno?
Aquel lugar de humildad y pobreza, siguen identificando con Jesús, pero su respuesta no era según aquel lugar humilde sino desde la grandeza de la eternidad pasada. Yo soy.
Jehová Dios había aparecido a Moisés con este título. Y respondió Dios a Moisés: Yo Soy El Que Soy. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: Yo Soy me envió a vosotros.
Éxodo 3:14 Una vez antes en nuestro evangelio Jesús así se había presentado a los judíos. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
Juan 8:58 Aquella vez, tomaron piedras para arrojárselas. Pero Jesús no iba a morir así por piedras, pues en el Salmo 22 leemos horadaron mis manos y mis pies.
El poder de su palabra divina no se podía resistir. Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra.
¿Acaso Judas no era uno de los que así sintieron el poder de su palabra y también se cayó a tierra? No nos dice específicamente, pero no veo posibilidad que fuera otra cosa. Habiendo conocido las maravillas que Jesús había hecho antes, y de cerca, tengo imaginado que en este momento Judas tenia los primeros sentimientos de remordimiento. Acaso pensaba que Jesús, como había hecho antes, saldría de una vez sin ser prendido. Pero no fue así, pues a pesar de todo, volvieron a levantarse los así tumbados con decisión de prenderlo a Jesús.
Pedro había dicho anteriormente que pondría su vida por el Señor. Jesús lo había advertido que así no iba a ser. Tu vida pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces.
Juan 13:38 En los otros evangelios, no se identifica quien sacó la espada para defenderlo a Jesús. Solo en el evangelio de Lucas leemos que Jesús le curó de una vez. Pero hay dos cosas distintas en nuestro evangelio; Pedro era la persona con su espada en su mano, y el siervo se llamaba Malco. Otra cosa distinta que concuerda absolutamente con nuestro evangelio es lo que sigue; Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?
Así vemos en el evangelio de Juan la dignidad de su persona y además, su perfecta sumisión a la voluntad de Dios Padre. En todos los otros evangelios, durante su agonía en el jardín, contempla la copa y nos dice Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa…
Mateo 26:39 Pero aquí solo vemos su decisión que la copa tenía que beber. Era una copa amarga, una copa de la ira de Dios contra los pecados. ¡Gloria a Dios, bebió la copa hasta la última gota! No quedó nada de ira por caer sobre nosotros.
Terminamos hoy día notando otra cosa que se menciona en los cuatro evangelios; Pedro negando al Señor Jesús. ¿Le gustaba a Dios manifestar los fracasos de sus santos? No, para nada pues notamos que acaso la única vez en el nuevo testamento se menciona un fracaso de los fieles del antiguo testamento es en el caso del profeta Elías. En Romanos 11 leemos ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel…
Si hay otra ocasión no me acuerdo a pesar de los muchos fracasos mencionados en el antiguo testamento. Pero este fracaso de Pedro se menciona en los cuatro evangelios por motivos de enseñarnos algo importante sobre la autoconfianza, una cosa muy común pero peligrosa por cada uno de nosotros. Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dijo él: No lo soy. Y estaban en pie los siervos y los alguaciles que habían encendido un fuego; porque hacía frío, y se calentaban; y también con ellos estaba Pedro en pie, calentándose.
¿Había algo de malo en calentarse por una fogata? No, no había. El problema era la compañía de los que estaban alrededor de Pedro; eran personas que odiaban a su Señor. Dios mediante, volveremos a reflexionar sobre este tema cuando estudiamos el capítulo 21 de Juan.
Felipe Fournier
17 diciembre de 2023